Resumen

No existe una forma de educar única, válida y que asegure el logro de los objetivos. Por ello el profesional sanitario debe incorporar a su arsenal el mayor número de métodos y estrategias posibles, aplicando en cada situación el más adecuado.

En esta sección se explican  varias estrategias metodológicas que pueden ser utilizadas por un educador en asma infantil.

9 Estrategias para el éxito de la Educación

1.-Hacer educación individual

La educación sanitaria a padres y niños con asma se realiza de forma personalizada, es decir interviniendo sobre cada niño y familia individualizadamente. Resulta fundamental la presencia de ambos padres en las actividades educativas.
Se ha de lograr que estos se conviertan en educadores de sus hijos, en especial en los tres primeros años, compartiendo la tarea con el profesional sanitario a partir de esa edad. Se debe trabajar desde la idea de que es posible educar a favor del asma desde cualquier edad.

La educación personalizada en el asma se basa en la comunicación motivadora y persuasiva, cuyas características fundamentales se muestra en la Tabla siguiente:

Característica

Comentario

Un ejemplo de lo que NO se debe hacer

Un ejemplo de lo que SÍ se debe hacer

Individualizada

La educación depende de las características de la enfermedad de cada niño

entregar una guía sobre todo lo que siempre quiso saber sobre el asma

trabajar sobre conceptos de asma con relación al asma del niño

Adaptada

La capacidad intelectual de la familia, y la edad del niño determinan la información a aportar

explicar a un niño de 5 años el concepto de la inflamación en el asma

mostrar a un niño de 10 años alérgico a gramíneas, un herbario con ballico y heno para que los reconozca

Coherente

Mensajes adecuados al estado actual de la ciencia

Decir que los antinflamatorios curarán el asma

indicar fundas antiácaros en almohadas y colchón en niño con asma por ácaros

Realista

Emitir mensajes adecuados a la realidad de cada niño

establecer que su asma curará en la adolescencia

plantear pronósticos con reservas y en base a la severidad y respuesta a las medidas educativas y terapéuticas

Clara

Se suministraran mensajes en lenguaje asequible a la familia

utilizar de forma sistemática lenguaje científico

usar apoyos visuales, combinar ambos lenguajes (“el bronquio se pone rojo, es decir se inflama”)

Gradual -progresiva

La información debe ser escalonada y graduada según las necesidades del niño

Enseñar todo en una o dos sesiones. La impaciencia es el principal enemigo del educador

Establecer un plan individual de abordaje de contenidos educativos

2.-Apoyarse en la educación grupal

La educación grupal juega un papel de ayuda y refuerzo a la educación individual, pero no puede nunca sustituirla ya que nadie aprende o modifica hábitos por delegación. Bien aplicada, puede jugar a favor del logro de objetivos educativos, creando cauces de diálogo con y entre los padres, motivando a unos con las experiencias de otros, o modificando conductas por imitación.

La educación grupal se ha demostrado eficaz para la mejora de la calidad de vida de los niños y adolescentes y sus familias.

En el caso de los niños puede aplicarse para el desarrollo de habilidades: manejo de inhaladores, ejercicios respiratorios, etc. En los adolescentes también se ha demostrado eficaz la creación de grupos de autoayuda formando como líderes a los mismos adolescentes con asma.

A continuación mostramos  las características básicas de la educación grupal en el asma infantil

    • Realizar actividades para niños o para padres, excepcionalmente conjunta
    • Número de participantes: 6 a 15
    • Agrupar a los niños por edades
    • Crear grupos heterogéneos en cuanto a severidad del asma y tiempo en el programa educativo (favorece la ayuda mutua)
    • Local adecuado y amplio (sala grande tipo sala de juntas, de fisioterapia...

Contenidos educativos:

    • Conocimientos sobre el asma

    • Repaso de habilidades

    • Actividades de terapia respiratoria

    • Algunos métodos de intervención

    • Charla-coloquio

    • Video-coloquio

    • Concurso de dibujos para niños

    • Sesión de preguntas abiertas

    • Taller de ejercicios respiratorios

    • Utilizar mecanismos de evaluación, en la misma sesión (a voz alzada, encuesta) o de forma individual en la siguiente visita al programa

    • En adolescentes, promover grupos de autoayuda formando líderes formativos (educadores) de entre los propios adolescentes con asma.

 
Una propuesta de combinación es: la educación personalizada en cada visita al programa educativo, con un refuerzo al año de actividades grupales.

3.-Educar en cada visita al programa de asma

La educación debe estar presente en todos los pasos de la intervención sobre el asma. Además se debe mantener un flujo de información-educación en cualquier acto en el que se intervenga sobre el niño y la familia.

La visita al programa, y su contenido educativo correspondiente, debe estar planificada para cada niño. Es importante que la cita sea prevista por ambas partes (familia y profesionales), no a demanda; en un horario propio para la actividad y con la familia conocedora de que el programa existe como tal y que el horario es especial para ellos. Se debe indicar a la familia que prepare también la visita, aportando información relevante sobre la evolución, etc.

La duración de las visitas oscilará entre 45-60 minutos (las primeras) y 20-30 minutos (las de seguimiento). Teniendo en cuenta que además de actividades educativas, se realizan otro tipo de intervenciones (exploración, historia del intervalo...), el tiempo reservado para la educación será aproximadamente la mitad de cada visita. La Tabla muestra un esquema de una visita-tipo:

    1. Invitación a entrar en la consulta de forma personalizada
    2. Preambulo ¿qué tal va todo?
    3. Explicar el contenido de la visita (lo que se va a hacer)
    4. Historia de intervalo desde anterior visita. Escuchar.
    5. Exploración al niño
    6. Estudios que proceda (espirometría, etc)
    7. Comprobación del estado de los aspectos educativos consensuados en las anteriores visitas
    8. Comprobación de técnicas de inhalación y otras
    9. Nuevos objetivos educativos si procede. Entregar información por escrito u otros materiales si procede
    10. Comentar nuestras impresiones. Escuchar las de los padres y el niño. Felicitar en los progresos
    11. Acordar itinerarios hasta la próxima visita. Establecer o aproximar una fecha
    12. Extender recetas si procede. Emitir o actualizar informe de evolución para los padres
    13. Despedida

La frecuencia de visitas deberá estar en relación con las necesidades clínicas y educativas de cada niño y familia. Más frecuentes al inicio del diagnóstico, al producirse cualquier cambio evolutivo, y en el asma del lactante. Más espaciadas, según se va produciendo mejoría clínica. Aunque los niños entren en la categoría de asma bajo control (ausencia de síntomas desde hace más de 12 meses), deberá mantenerse al menos una visita por año, con el fin de reforzar estilos de vida adecuados y habilidades.

4.-Escalonar la educación

Se debe establecer un itinerario de logro de objetivos educativos adecuado a las necesidades de cada caso. Existen unos aspectos mínimos en el que todas las familias deberán estar formadas e informadas. Será la severidad de la enfermedad, la capacidad de la familia o su interés por saber más el que module la cantidad de conocimientos. No se trata de convertir a todas las familias en expertos asmatólogos, sino en proporcionarles la educación que precisen para mejorar su calidad de vida. La Imagen muestra una propuesta de escalones educativos.

estrategias-educativas

El número de visitas que se precisa para superar cada escalón variará con cada familia.

5.-Buscar la concordancia en vez del cumplimiento

El énfasis en el cumplimiento de las normas y órdenes médicas debe ser sustituido por la búsqueda de la concordancia. Este término, surgido también en el análisis de adherencia a tratamientos, puede ser ampliado al conjunto de decisiones que la familia y el niño asmático pueden y deben tomar.

La concordancia se basa en que los profesionales, aunque defienden los conocimientos basados en el estado actual de la ciencia:

    1. aceptan el derecho de las familias a tener un punto de vista sobre la salud y la enfermedad;
    2. exploran dichos puntos de vista; y
    3. intervienen educativamente sobre ellos para reconducirlos hacia conocimientos correctos.

En muchos aspectos ambas partes (familia y sanitarios) estarán de acuerdo desde el principio; pero en otros habrán de consensuar itinerarios (terapéuticos, de modificación de estilos de vida, etc). Según avanza el proceso educativo, esos itinerarios irán acercándose cada vez más a propuestas científicas sólidamente fundadas.

La concordancia es una estrategia metodológica que implica aceptar en ocasiones, y de forma temporal mientras avanza el proceso educativo, actitudes o tratamientos subóptimos (por ejemplo, rechazo de la familia a que el niño tome medicinas por un tiempo prolongado). Pero esto siempre es mejor que instaurar la orden médica “debe tomarlo” (cumplimiento), ya que, además de que no se lo darán, crea una relación basada en la mentira entre familia y sanitarios bloqueando cualquier posibilidad de reconducir educativamente esa actitud.

Para que la concordancia sea posible es muy importante que los sanitarios investiguen los estereotipos y creencias en salud de cada familia. Los más frecuentes son la corticofobia, la idea que el asma es algo pasajero y se curará en la adolescencia, o que es algo incurable y que no merece la pena hacer esfuerzos. En otras ocasiones las dificultades se centran más en los padres (no seré capaz de hacer las cosas bien, no puedo cambiar, etc).

6.-Motivar

Solo familias motivadas tomarán decisiones autónomas positivas sobre el asma del niño. Motivar es:

    • aportar estímulos que movilicen a la familia a actuar;
    • convencerlos de que jugando un papel activo la intervención será más eficaz;
    • persuadirlos que su actuación resultará en una mejora del asma del niño.

La motivación es la principal herramienta que hace fuerte a la familia contra los contratiempos. Una familia motivada será menos susceptible a la frustración que puede generar una nueva crisis en el niño o un ingreso

7.-Ofrecer apoyos para vencer dificultades

Para lograr que las familias asuman responsabilidades o cambien estilos de vida, es necesario prestarles apoyo y ofrecerles ayudas.

Decir a unos padres que están sobreprotegiendo al niño puede ser simplemente frustrante, si no se acompaña de soluciones (que vaya de campamento en verano, que algún fin de semana esté con los familiares de la costa...). Pedir que dejen de fumar puede ser más efectivo si se les plantea incorporarlos a algún grupo de autoayuda o coordinándose con el médico para ayudarles a dejar el tabaco.

Para reducir los ácaros, por ejemplo, además de indicarles cuáles son las medidas más eficaces, deberá facilitarse la dirección en dónde adquirir fundas de almohadas y colchones.

Por ultimo para pedirles que asuman decisiones autónomas sobre la salud de su hijo, se les ha de asegurar una red sanitaria accesible y que acepte y apoye las decisiones que la familia ha tomado.

8.-Hacerles comprender su papel en el programa

La familia debe sentirse protagonista del programa educativo y asumirlo como algo propio. La mayor parte de las ocasiones esto se consigue simplemente diciéndoselo. Así se logra compartir responsabilidad en todo lo que se haga en él.

9.-Intervenir sobre el medio para hacerlo favorable

Ningún proceso educativo es plenamente eficaz si el medio, el entorno social, no es favorable. Por ello son tan importantes los programas de salud que afecten a zonas amplias como Servicios de salud o áreas sanitarias, con el fin de poder incidir positivamente a través de medios de comunicación, redes sociales, organizaciones ciudadanas.

Por su parte el equipo de salud del programa en cada centro de atención primaria deberá intervenir en actividades dirigidas a dar a conocer el asma y el programa en los colegios, centros socioculturales, etc.